Tú solamente apareciste, te metiste en mi vida
como si nada, sin pedir permiso, sin querer, y solo así, te convertiste en lo
más valioso que tengo. Eres mi vida, la razón por la que todavía estoy aquí. Eres
quien me da fuerzas para seguir caminando luego de cada caída.
No hay comentarios:
Publicar un comentario