Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día Y se lo dices, se lo dices a él. Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deben cambiarse. Es preciso partir para poder volver a encontrar el camino... Porque cuando alguien que quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves
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