miércoles, 29 de agosto de 2012
“A las niñas les enseñan muchas cosas. Si un
niño te pega, le gustas. Y un
día conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu final feliz. Cada
película que vemos y cada historia que
nos cuentan, nos imploran que esperemos el giro del tercer acto: La
declaración inesperada de amor. A veces nos
concentramos tanto en el final feliz que no aprendemos a interpretar las
señales, a diferenciar entre los que nos quieren y los que no.. Entre
los que se van a quedar y se van a ir. Y quizá el final feliz no incluye
un tipo maravilloso: quizá el final eres tú, sola recogiendo los
pedazos y volviendo a empezar. Liberándote para encontrar algo mejor en
el futuro. Quizá el final feliz solo consiste en seguir. O quizá este es
el final feliz: Saber que a pesar de todas las llamadas y corazones
rotos, a pesar de todos los errores y las señales malinterpretadas, a
pesar de todo el dolor y la vergüenza, tú nunca, nunca perdiste las
esperanzas.”
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