Si ella lo ama, esta es mi última carta.

Esa mujer se ha ganado el cielo.

Llevo contando los días sin olvidarme de hacer cuenta los meses enteros que me he pasado aruñando las paredes del dolor, buscando una mínima explicación, deseando una miseria de aquel  amor que usted a ella da sin reproche, pero dígame si esa mujer le corresponde o si ella lo espera como yo, mirando la luna con lagrimas en los ojos, si bien sabe que la vida entera daría yo sin reparo por que usted me entregue a mi ese amor, pero acepto y  afirmo que esa mujer se acaba de ganar el cielo. 

Pastada:

Esta noche yo me despido, cerrando mis ojos, dejando escapar unas cuantas  lágrimas, recordado cuanto lo quiero, aun así lo voy sacado de mi pecho, despidiendo en silencio los recuerdos, sin dejar escapar el deseo de que él sea feliz aunque no sea gracias a mi presencia.

Esta noche escribo mi última epístola para él, desde hoy obligo a mi corazón a olvidar todo lo que siente, a mi memoria a borrar los momentos que le di, hoy lo lloro lo suficiente como para que él se vaya de mi.

DCASTILLO. 

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